En coincidencia con la apertura de la conferencia sobre cambio climático COP28 en Dubai, la ONU informó que los parámetros del clima están "en niveles récord".
Picos de calor a nivel mundial en noviembre, record de emisión de gases que producen el efecto de invernadero y un alto nivel del mar son algunas de las pruebas alarmantes que expuso esta semana el organismo de las Naciones Unidas abocada al clima para advertir que 2023 podría ser el año más caluroso del que se tenga registro.
En coincidencia con la apertura de la conferencia sobre cambio climático COP28 en Dubai, la ONU exigió medidas urgentes para frenar el calentamiento global.
"Los gases de efecto invernadero están en niveles récord. Las temperaturas globales baten récords. El mar está en niveles récord y la capa de hielo de la Antártida nunca había sido tan delgada", enumeró el jefe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas.
Para el secretario general de la ONU, António Guterres, estos récords de temperatura señalados por la OMM deberían "provocar sudores fríos a los líderes mundiales", informó la agencia de noticias AFP, aunque es muy probable que lo que más perciban sea el fresco de sus aires acondicionados.
"Este año hemos visto comunidades de todo el mundo azotadas por incendios, inundaciones y temperaturas extremas", recordó Guterres en un video emitido en la cumbre de Dubai en el que también se habló de las consecuencias socioeconómicas del calentamiento global, como la reducción de la seguridad alimentaria y las migraciones masivas.
El secretario general pidió a los líderes reunidos en Dubai tomar medidas drásticas para frenar el cambio climático, en particular eliminando progresivamente los combustibles fósiles y triplicando la capacidad de las energías renovables.
Los científicos advierten que se está perdiendo la capacidad de limitar el calentamiento global a un nivel manejable.
En la decisiva COP21 de París en 2015 se fijó como objetivo limitar el calentamiento global este siglo muy por debajo de los 2 ºC respecto a la era preindustrial, y, si es posible, limitar el aumento a 1,5 ºC.
A finales de octubre de 2023, sin embargo, ya se situaba en torno a 1,4 ºC respecto a los niveles medios preindustriales medidos entre 1850 y 1900.
La OMM no publicará su informe final sobre el estado del clima hasta dentro de unos meses, pero ya está convencida de que 2023 estará en lo más alto del podio de los años más calurosos, por delante de 2016 y 2020, basándose en las temperaturas de enero a octubre. "Es muy poco probable que los dos últimos meses afecten a la clasificación", señaló el organismo. "Esto es algo más que simples estadísticas", advirtió Taalas. "Corremos el riesgo de perder la carrera para salvar nuestros glaciares y frenar el aumento del nivel del mar", señaló. "No podemos volver al clima del siglo XX, pero debemos actuar ahora para limitar los riesgos de un clima cada vez más inhóspito a lo largo de este siglo y de los siglos venideros", enfatizó.