El Sumo Pontífice recitó la tradicional oración del Ángelus desde la capilla de su residencia de Santa Marta y a través de una transmisión televisiva. Se lo vio cansado y con dificultades para respirar.
El Papa Francisco reconoció que tiene un problema de inflamación pulmonar lo que le impidió este domingo asomarse a la plaza San Pedro para rezar con los fieles el Ángelus dominical y en su lugar debía quedarse en su residencia en Casa Santa Marta.
"Leyendo la reflexión estará monseñor Paolo Braida, que las conoce bien porque es él quien las hace y siempre las hace tan bien. Muchas gracias por su presencia", dijo el sumo pontífice en una retransmisión en directo, tras cancelar sus compromisos de este sábado por un "ligero estado gripal" según el Vaticano.
En la comunicación audiovisual, pudo observarse que el papa llevaba un parche en la mano derecha, así como dos accesos para vías intravenosas, según la agencia de noticias EFE.
Sin embargo, sí recitó el Ángelus, aunque con alguna dificultad y visiblemente cansado, sentado en el altar de la capilla.
Posteriormente, dio el relevo de la palabra a Braida, quien leyó las reflexiones que acompañan al rezo dominical, en las que se celebró que "finalmente hay una tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes fueron liberados".
"Recemos para que todos lo sean cuanto antes, pensemos en sus familias, que entre más ayuda humanitaria en Gaza, e insistamos en el diálogo, es la única vía", indicó el sacerdote.
DW