Sus políticas a favor de la integración regional y su posición frente a los conflictos internacionales. El legado de un estadista con sueños
Raúl Alfonsín asistiría con angustia a esta Argentina doliente de 2023
Con noventa y seis años a cuestas, encorvado pero digno sobre su bastón, con traje y corbata aunque el calor arrecie, listo para hacer cola para votar en la escuela de siempre en Chascomús, Raúl Alfonsín asistiría con angustia a esta Argentina doliente de 2023. A catorce años de su muerte, a cuarenta de la inolvidable campaña electoral que lo alzó en triunfo y terminó para siempre con las dictaduras militares, la convivencia que soñó se aleja del horizonte.
El Miedo a La Nada
Sus preocupaciones serían las de siempre, agravadas. Nunca tantos argentinos malvivieron con tan pocos ingresos y tantas dudas sobre el futuro, nunca tantos pobres, nunca tan debilitado el país. Nunca honrados ciudadanos obligados a encerrarse en sus casas a la caída del sol para evitar un bandidaje desbordante. Nunca peor atención en los servicios públicos ni abusos en las tarifas de las corporaciones dominantes, ni decaimiento de la educación primaria y secundaria, salud tan costosa y jubilaciones tan bajas que ignoran los aportes de cuarenta años.
Para peor, la proverbial vanidad criolla, casi fanfarrona, parece disolverse. No por el sentido común sino por el desasosiego y la desconfianza en el futuro. Empieza a reinar la desesperanza. Por primera vez, El miedo a la nada.
Disolver la grieta
La grieta lo desesperaría, sin dudas. Ya en su acto final del Obelisco, en octubre de 1983, Raúl recordaba que había dos candidatos, dos fuerzas políticas, pero un solo pueblo. Alfonsín era pactista. Piloteó un proyecto de país cohesionado, libre y justo, autónomo y orgulloso. Se opuso en 1993 a la reelección de Carlos Menem y creó un Comando del No para enfrentar ese proyecto de reforma constitucional. Sin embargo, al ver que el radicalismo no lo acompañaba -”se me deshilacha el partido”- y que el PJ estaba dispuesto a todo para lograrla, aceptó una Reforma pactada para evitar el regreso a los “enfrentamientos irreductibles” que habían separado a la sociedad argentina entre 1946 y 1972. Eludir la repetición Peronismo vs. Antiperonismo.
El 31 de marzo de 2009 Alfonsín muere. Su figura es cada vez más revalorada e impulsa un gran resultado electoral tres meses después para el Acuerdo Cívico y Social. Será el último intento de un frente de centro-izquierda con el radicalismo